La
pureza es una cualidad de la que oímos rara vez. Por lo general, la
relacionamos con la pureza sexual. Sin embargo, la pureza va mucho
más allá; incluye pensamientos sanos, un deseo sincero de hacer lo
correcto, y un compromiso a obedecer la Palabra de Dios.
Jesús
se refirió a la importancia de la pureza cuando prometió que los de
corazón puro verían a Dios (Mateo
5:8).
Al usar la palabra corazón, Jesús estaba diciendo que el centro de
nuestro ser, nuestra voluntad, emociones y pensamientos, necesita
estar limpio de pecado.
Los
siguientes textos de la Biblia se refieren a la pureza, y cómo nos
afecta como seguidores de Cristo.
- No te pongas en el camino de la tentación sin necesidad. Debes conocer tus debilidades morales y evitar las situaciones donde la tentación a pecar sería irresistible (Santiago 1:14-15)
- Está atento al contenido de tus pensamientos. No llenes tu mente con la inmoralidad del mundo (2 Timoteo 2:22).
- Ten cuidado con los pecados del corazón. La persona que comete adulterio en su corazón es tan culpable como el que lo lleva a cabo (Mateo 5:27-30).
- Evita relaciones adúlteras. Dios nos advierte específicamente de no tener relaciones inmorales (1 Tesalonisences 4:1-8).