De
acuerdo con la Biblia, tratándose de dónde pasaremos el resto de
nuestra vida después de la muerte, tenemos dos opciones: Una es el
cielo, la otra es el infierno.
Es
interesante saber, que aunque parece que hay un aumento en la cantidad
de personas que creen que existe un lugar llamado infierno, la
mayoría de ellas no piensa que está en camino a ese lugar. En vez
de eso, creen que el infierno está reservado sólo para los peores
criminales y otros elementos “malignos” de nuestra sociedad.
Sin
embargo, la Palabra de Dios usa un criterio diferente para juzgar a
la gente. No vas al infierno por ser una persona mala, ni vas al
cielo por ser una persona buena. Todos merecemos vivir la eternidad en
el infierno (Romanos 3:22.23).
Mientras
Dios dice claramente que los que rechazan la salvación ofrecida a
través de su Hijo Jesucristo vivirán el resto de la eternidad en
ese lugar de tormento, vez tras vez, Él le da a cada persona la
amplia oportunidad de elegir vida, vida en abundancia en la tierra,
y vida eterna en el cielo (2 Pedro 3:9). Si
todavía no has hecho esa decisión, o si ya la has tomado y deseas
un entendimiento más profundo de lo que tus amigos incrédulos
tienen que enfrentar, considera estos datos acerca del infierno que
se encuentran en las página de las Escrituras.
- ¿Cómo es el infierno? El infierno es un lugar de tormento eterno (Lucas 16:19,31)
- ¿Quién va al infierno? Aquel cuyo nombre no aparece en el libro de la vida está destinado a un castigo eterno (Apocalipsis 20:11-15).
- ¿Cuál es el peor castigo en el infierno? La separación eterna de la presencia de Dios (2 Tesalonicenses 1:7-10).